Ejercicio físico, vacunarse contra la gripe y sobretodo, someterse a pruebas de control de VIH. Estas son algunas de las principales preocupaciones relacionadas con la salud de la población lgbt estadounidense según el Informe Anual de Salud.
Según el Gobierno de Estados Unidos, el 96,6% de sus ciudadanos son heterosexuales, frente a un 1,6% de homosexuales y un 0,7% de bisexuales. Unos resultados que, como la mayoría de los obtenidos en estas encuestas, hay que observarlos con prudencia. Los datos registrados en el informe son un intento pionero en el país por analizar las circunstancias sanitarias propias de este colectivo.
Más de 34.500 mayores de 18 años contestaron a preguntas relacionadas sobre su orientación sexual y sus respuestas fueron analizadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Por eso que un 2,3% de la población estadounidense se declare homosexual o bisexual es un dato significativo pero que puede variar bastante según el ámbito y contexto de la encuesta.
Uno de los datos más significativos es el que hace referencia a la mayor proporción de tendencias autodestructivas y ansiedad en el colectivo LGBT. Una circunstancia relacionada directamente con el buying, la discriminación y el rechazo al que se ven sometidos desde una parte de la sociedad, incluyendo amigos, familiares y compañeros de trabajo. En este sentido, las mujeres bisexuales tienen el doble de posibilidades de padecer un cuadro de ansiedad. En el caso de los hombres bisexuales, el abuso del alcohol podría ser una de las consecuencias de esta situación. El 56% declara haber bebido cinco o más copas durante una noche en 2013, frente al 35% de los heteros.
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