MANIFIESTO COLECTIVO PRISMA COLOMBIA
La población
diversa por orientación sexual y de género del Departamento de Risaralda reunida
en el marco del Foro Departamental de Derechos Humanos, quiere hacer un
pronunciamiento durante este encuentro democrático en el que se pretende que la
sociedad civil, el estado y la comunidad Internacional construyan de manera
colectiva una política pública en derechos humanos. Sentar una voz requiere,
analizar desde las diferentes temáticas propuestas por el Foro, las posturas
que surgen a partir de reflexiones participativas de quienes, como comunidad
diversa, viven a diario situaciones que comprometen desde todo punto sus DDHH.
Es importante
señalar que dicha reflexión en torno a temas como la libertad, la igualdad, la
paz, los derechos sociales, culturales y ambientales deberán generar unas
posturas claras y objetivas en la manera como se pueden superar taras y
barreras sociales que obstaculizan el disfrute de los derechos a las minorías.
Aquellas problemáticas que impiden a la gente gozar a plenitud su libertad, la
experiencia plena de la dignidad y los beneficios plenos de la humanidad.
En la mayoría de los casos ese progreso no se ha
logrado fácilmente. La gente luchó, se organizó e hizo campañas en las plazas
públicas y en los espacios privados no solamente para cambiar las leyes, sino
también las mentes y los corazones. Y gracias a la labor de generaciones, para
los millones de personas cuyas vidas antaño estuvieron restringidas por la
injusticia, ahora pueden vivir con más libertad y participar plenamente en la
vida política, económica y social de sus comunidades.
Lo anterior nos invita a fortalecer nuestra lucha
como grupo, como un colectivo que se preocupa por reestablecer y hacer valer
los derechos de la población diversa por orientación sexual y de género, además
de exhortarnos a hacer las siguientes precisiones, en beneficio de quienes
confían su voz para que nosotros la hagamos pública:
1.
Exigimos a
las instituciones un compromiso público y firme de apoyo a la visibilidad de la
comunidad diversa, adoptando las medidas necesarias que nos dejen
desarrollarnos plenamente en el entorno familiar, laboral, sanitario, educativo
y social, de una manera real. Para que esto sea una realidad pedimos, un
compromiso particular de la quienes representan la institucionalidad y el
gobierno en nuestro departamento, haciendo posible que los propuesto en los
planes de desarrollo se cumpla y se ejecute a conciencia. Los resultados de
estos indicadores y el análisis de los mismos son un espacio importante para la
construcción de políticas más claras y más incluyentes.
2.
La terrible cara del
acoso escolar por razón de orientación sexual provoca que, entre las y los jóvenes que sufren bullying
homfóbico el 43% se plantee el suicidio y no sólo eso, sino que, de estas y
estos adolescentes el 17% no sólo se lo plantea sino que lo intenta. No
olvidemos que los referentes ayudan a vivir la orientación sexual de una forma
más sana y saludable. No seamos cómplices de los armarios, no seamos cómplice
del acoso. Por ello pedimos a las secretarías de educación que incluyan
cátedras o programas de formación sobres los derechos LGTBI, que existan en las
instituciones educativas políticas de inclusión al colectivo trans previniendo
con ello la deserción escolar de esta población. Es importante además la
formación para comunidad educativa (profesorado, familias, estudiantes,
psicólogos) para que haya comprensión y respeto y trato adecuado a población
LGBTI: que no se critique/castigue los comportamientos homosexuales en los
códigos de comportamiento de las escuelas. Con ello se promueve la construcción
de ciudadanía desde las diferencias en el campo educativo.
3.
Nuestra
realidad social ha cambiado profundamente en los últimos tiempos; las familias
también. La sociedad y las leyes han ido, lentamente, ampliando ese concepto y
asumiendo estas nuevas realidades familiares, entre ellas las homoparentales.
Todos y todas somos iguales ante la ley. Esta es una garantía básica de una
sociedad democrática y por ello no es aceptable ningún regateo de los derechos.
La dignidad no es negociable, la igualdad es completa o no es igualdad. Queremos,
como cualquier otro ciudadano, poder decidir libremente si nos casamos o no y
con quién, con todos los derechos y todos los deberes que ello implica. La
reivindicación del derecho al matrimonio es asimismo la expresión de la lucha
por la igualdad y en contra de la homofobia social que aún existe. Es
indispensable que las leyes den ejemplo a la sociedad y eliminen cualquier tipo
de discriminación hacia las minorías sexuales. Solo así puede avanzar el
respeto social hacia la diversidad que representan.
4.
Le decimos
a los poderes públicos que nuestra salud importa y no nos cansaremos de
decirlo, hasta que no haya estudios suficientes que nos formen e informen de
nuestras vulnerabilidades, riesgos, y sus consecuencias. Hasta que no nos
incluyan en los estudios y tengan en cuenta la diversidad afectivo-sexual en
nuestra sociedad, evitando juicios morales y huyendo de estereotipos sociales y
culturales. Decimos No a la presunción de heterosexualidad, nuestra
especificidad tiene que ser tomada en cuenta, porque la atención médica y de
salud sin la existencia de discriminación alguna es un derecho. Para ello
exigimos formación específica y adecuada del personal sanitario, no sólo en
salud sexual, sino de la realidad y diversidad sexual. Exigimos un mayor
compromiso y responsabilidad en la promoción y protección de la salud sexual,
en especial con la prevención de las ITS y el fomento del sexo más seguro, y
que la atención de la salud sexual se separe de la de la salud reproductiva.
5.
Asimismo,
alentamos a la población diversa por orientación sexual y de género a que tomen
la palabra y alcen la voz en los espacios públicos y privados, a que ocupen
puestos de responsabilidad, a que conviertan en protagonistas de la superación
de barreras discriminatorias, a que se visibilicen y empoderen. Invitamos además
a las autoridades competentes a proteger a los defensores y defensoras de los
Derechos Humanos pertenecientes a la comunidad LGBTI, a acatar las denuncias
hechas por los mismos y prestar especial atención a los casos de violencia,
intimidación y amenazas que se presentan contra los y las personas activistas y
contra la comunidad diversa en general.
6.
Rechazamos
y denunciamos toda injerencia de la ideología religiosa o de otro tipo,
sembrada para declarar nuestras relaciones como anormales. No olvidamos que los
términos usados imponen una ideología personal que nada tiene que ver con la
legalidad. Colombia es un país laico y estas concepciones empleadas por personalidades públicas son excluyentes y atentan contra la constitución
misma.
7.
Todos
los seres humanos tienen derecho a la vida plena, y la diversidad en
orientaciones e identidades sexuales no debe representar un obstáculo para la felicidad. Se hace
inaplazable que se establezcan límites a las intervenciones policíacas y a la
actitud permisiva y tolerante que
favorece a las mayorías para agredir y marginar a los homosexuales. El gobierno y sus instituciones
hacen un débil servicio a la comunidad
cuando no reconocen la responsabilidad que les
corresponde. Es importante reconocer que los homosexuales enfrentan
discriminación social, cultural y a veces, legal y económica debido a su comportamiento sexual con efectos nefastos
para su salud mental y el libre disfrute
de la vida.
Es una tarea
para el Colectivo Prisma repensar mecanismos de transformación cultural sobre
los estereotipos de género, incidiendo de alguna manera en los espacios
institucionales, medios de comunicación y comunidad en general. Es para
nosotros una tarea sin descanso seguir luchando por la inclusión de la
comunidad diversa, hacer visible a quienes no tienen voz mediante la formación
y sensibilización, asistiendo a estos espacios de participación para sentar nuestra voz, para dejar por
escrito y en la memoria de todos nuestras necesidades. La lucha por los
derechos es también la construcción de un argumento que cambia paradigmas.
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